El vuelo salió a las 6 a.m. del aeropuerto Juan Santamaría, con lo cual se da oficialmente concluido el proceso tras el traslado a México de unos 5.500 migrantes cubanos que buscan llegar a Estados Unidos.
"Ustedes son muy valientes, la gente que se desarraiga y busca nuevos horizontes siempre es muy valiente. Van llenos de ilusiones pero también han tenido que pasar situaciones de mucha dificultad", dijo el mandatario a los migrantes quienes respondieron al mensaje con vivas y aplausos.
Solís abordó el avión poco antes de su despegue para dar su mensaje a los migrantes cubanos, con lo cual el gobierno dio por concluida la operación humanitaria.
El presidente dijo que aún quedan unos pocos que no han podido viajar por diferentes razones, casos que serán atendidos por las autoridades correspondientes en los próximos días.
En total, Costa Rica otorgó visa a 7.802 cubanos que ingresaron al país con la intención de seguir viaje por tierra hasta el país norteamericano y quedaron varados cuando el gobierno de Nicaragua decidió, en noviembre anterior, cerrarles la frontera.
Durante cinco meses, el gobierno coordinó una amplia red de instituciones que dieron a los cubanos alojamiento, alimentación, asistencia médica y otros apoyos que hicieran digna su permanencia en el país.
Paralelamente, llevó adelante conversaciones con los gobiernos de México y Centroamérica, así como con organismos internacionales, para buscar la mejor manera de facilitar a los migrantes la continuación de su viaje.
Finalmente, con la ayuda de la Organización Mundial para las Migraciones (OIM), se logró articular una operación con las autoridades de Centroamérica y México para que los cubanos pudieran viajar vía terrestre o aérea.
En enero se realizó el primer vuelo, que fue un plan piloto, con 180 migrantes, y en febrero se consolidaron rutas por El Salvador y México, para el traslado de los restantes.
Solís reconoció que un número importante de cubanos (unos 3.500) salió del país por sus propios medios, pagando a "coyotes" que les ayudaron a pasar clandestinamente por Nicaragua y otros países centroamericanos.
El presidente explicó que las negociaciones que se desarrollaban con otros gobiernos de la región para coordinar el traslado fueron muy difíciles y delicadas y se debió manejar la información en forma muy discreta para evitar que fracasara el proceso. "Muchos se desesperaron y se pusieron en manos de los traficantes", señaló.
"El tráfico de personas es una tragedia para la humanidad toda, es un negocio espantoso, más lucrativo que el tráfico de drogas", dijo el gobernante en declaraciones a la prensa.