Aún así, el 68% de los costarricenses consideran “buena” o “muy buena” su labor, al cumplir los primeros seis meses de mandato. Hace tres meses, ese porcentaje era del 79%.
El sondeo, que se llevó a cabo del 1 al 9 de noviembre, refleja que un 18% de quienes calificaban bien el trabajo del nuevo gobierno ha cambiado de opinión y ahora lo considera “malo”.
Este porcentaje es estadísticamente significativo pues supera en mucho el margen de error de la encuesta, que es de 3,1 puntos porcentuales.
El estudio no indagó las causas de esta erosión en la popularidad del mandatario y de su gobierno, pero arroja algunas “pistas” que podrían explicar parte del fenómeno.
El 35% de los encuestados identificó como el principal problema que afronta el país el alto costo de la vida, en tanto que un 75% estimó que la situación económica es “mala” o “muy mala”.
Esto podría indicar que una parte de la población, fuertemente golpeada por la subida general de precios, no percibe que el gobierno esté haciendo esfuerzos suficientes para atenuar el impacto de la inflación.
El desempleo y la corrupción son el segundo y tercer tema señalados por los encuestados como problemas que afectan al país, seguidos por la inseguridad ciudadana.