El físico británico Stephen Hawking, una de las mentes más brillantes de la ciencia contemporánea, ha muerto este miércoles a los 76 años, según un comunicado divulgado por su familia, cuyo contenido recogen varios medios ingleses. Hawking padecía esclerosis lateral amiotrófica, ELA, desde hacía más de 50 años. El científico ha fallecido en su casa de Cambridge.
En el comunicado, los hijos de Hawking dicen estar muy tristes por la muerte de su padre. "Fue un gran científico y un hombre extraordinario, cuyo trabajo y legado vivirá por muchos años. Su valentía y persistencia, y también su humor y brillantez inspiraron a gente de todo el mundo. Lo extrañaremos siempre".
Hawking saltó a la fama junto a su colega Roger Penrose a finales de la década de 1960. El motivo, su teoría de la singularidad del espacio tiempo. Los dos físicos aplicaron la lógica de los agujeros negros al universo entero, asunto que luego detallaría el primero para el gran público en Breve Historia del Tiempo, del Big Bang a los agujeros negros (1988).
Desde los 21 años, la enfermedad condicionó la vida de Hawking. La ELA destruía poco a poco su cuerpo, su capacidad motora, sus músculos. Primero le postró en una silla de ruedas y luego le quitó la capacidad de hablar. Además de por su brillantez y sus cualidades divulgativas, el físico se convirtió en una estrella mundial por la obstinación con que se agarró del mundo, de la mano de su cerebro. Hawking nunca dejó de publicar ni de dar su opinión.
En una entrevista concedida recientemente a National Geographic Channel, el científico postulaba sobre los orígenes del universo: "La condición límite del universo... es que no tiene límite".