Los ambientalistas de FECON, precisaron que en el Informe Estado de la Nación se documenta la existencia de 3.824 hectáreas sembradas con piña “dentro del Corredor Fronterizo Norte, Refugios de Vida Silvestre Maquenque y Barra del Colorado”. Estos datos revelan el aumento de más del 50% del área registrada hace un año cuando la organización denunció la existencia de unas 1.300 hectáreas de piña en las mismas Áreas Silvestres Protegidas (ASP) (2).
La edición 2019 del Estado de la Nación revela además que las piñeras han invadido 16.324 hectáreas de humedales protegidos. “Estos espacios de vida, señalaron, son claves para la conservación de la naturaleza y para evitar situaciones de emergencia como pueden ser inundaciones” en épocas de fuertes precipitaciones.
“Existe un conflicto importante entre la vocación de conservación de la naturaleza del país y la dinámica productiva de expansión de monocultivos destructivos como es la piña en Costa Rica. El aumento de piñeras metidas en ASP en un proporción escandalosa del 300% en un solo año, es una muestra de que la expansión piñera se ha convertido en una de las emergencias ambientales más importantes que afrontamos en nuestro país” explicaron los ecologistas de la FECON.
En promedio, la Secretaría Técnica Ambiental aprueba tres mil nuevas hectáreas para la siembra de piña de forma legal por año. Sin embargo, la mayor expansión se da en forma ilegal invadiendo las Áreas Silvestres Protegidas y Humedales en las zonas de monocultivo, que existen en distintos lugares del país.
FECON alerta sobre esta expansión “acelerada” y “descontrola” de la piña, mientras “el gobierno mira para otro lado y hasta niega que sea un problema importante la expansión piñera”.