El respeto a la autonomía local, las coaliciones y el potencial de los partidos cantonales, integrados por personas provenientes de los movimientos comunales, serán claves para las próximas elecciones municipales 2020.
El panorama está salpicado por el avance de los grupos religiosos evangélicos en la política y sobre todo en las zonas costeras y rurales; la aún viva presencia del Partido Liberación Nacional (PLN); y las coaliciones que tienen como objetivo político común desplazar al PLN de casi 50 de las 82 alcaldías. ¿Cómo buscan organizarse los sectores populares?
Las elecciones municipales serán el 2 de febrero de 2020, fecha en que las y los habitantes de los 82 cantones del país elegirán a más de 6.000 autoridades locales, entre alcaldes, vicealcaldes, regidores, síndicos, concejales, intendentes y viceintendentes. La campaña electoral iniciará oficialmente el 2 de octubre próximo, con la convocatoria del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) y la inscripción de candidaturas.
Coaliciones políticas desde abajo, en construcción
Un total de ocho coaliciones competirán en las municipales, si el TSE las aprueba. El período para inscribir coaliciones terminó el pasado 1 de agosto y la institución se tomará al menos un mes para decidir si las aprueba o no.
Anthony Cascante, secretario general del Partido Acción Ciudadana (PAC), detalló que “hasta el momento se han realizado 45 asambleas cantonales. El próximo sábado 31 de agosto tendremos nuestra Asamblea Nacional para ratificar esos nombramientos. Salvo que se requiera solicitarle a algún cantón modificar alguna designación, ese día quedaría en firme la nómina de candidaturas para las alcaldías de todo el país”.
El PAC buscará llegar a tres municipalidades mediante coaliciones ya inscritas, dijo Cascante. Se trata de Nicoya, Montes de Oca y San José. En San José será por medio de la “Coalición Chepe”, en conjunto con VAMOS. En Montes de Oca la coalición se llama “Gente Montes de Oca” (PAC, Gente, Humanista y VAMOS). “Para esos tres cantones en particular, el haber entrado en coalición fortalece nuestras expectativas”, afirmó.
El Frente Amplio aprobó cuatro coaliciones: Unión Belemita (con el Partido Independiente de Belén-PIBE), Alianza por Nicoya (Partido de Nicoya y PAC) y Juntos (con Alternativa para San José).
Wilmar Matarrita, dirigente en Guanacaste y presidente nacional del Partido Frente Amplio, aclaró que en Nicoya hay una coyuntura de hace muchísimos años, en la que gente que hoy está en el PAC, históricamente ha tenido y mantiene posiciones progresistas en el plano de la política local. “Por ejemplo, el presidente cantonal del PAC en Nicoya es Luis Barrantes, un compañero que fue fundador con nosotros de FEDEAGUA; entonces nos conocemos de hace muchísimos años, hemos hecho muchísimas luchas juntos. Hemos tenido también muchas diferencias, pero son personas con una línea de vida respetable, del movimiento ambiental, de los movimientos comunales, de la lucha de la diversidad sexual. Toda esa gente estuvo con el ‘No al TLC’. Es decir, han tenido una militancia histórica”.
La coalición en Nicoya “está compuesta por un partido cantonal, que es el Partido de Nicoya, integrado totalmente por gente que viene de los movimientos comunales, de todo este movimiento de las ASADAS y las asociaciones de desarrollo; el PAC; el Frente Amplio y movimientos sociales locales”, afirmó Matarrita.
Estos movimientos son la Ruta de la Leche de Nicoya; Mujeres de la Zona Costera de Nicoya, que han venido reivindicando un espacio de lucha territorial en Sámara; y asociaciones de desarrollo de la cuenca baja del río Potrero.
“Entonces todo este grupo de gente se junta, venimos conversando, intentamos a atraer a otros partidos locales, y por eso es que la coalición de Nicoya tiene un proceso mucho más histórico, desde abajo, de construcción”, añadió Matarrita.
Según el TSE, una coalición implica crear una nueva bandera y un nuevo nombre. El historiador y profesor retirado de la Universidad Nacional Vladimir de la Cruz, explica que “las coaliciones son la posibilidad que establece nuestra legislación electoral de que dos partidos o más se puedan unir, en una nueva, que surge de ese pacto, sin que desaparezcan las organizaciones o partidos que le dan origen”.
Partidos religiosos en zonas costeras, montañosas y urbano marginales
Los vínculos constantes de las iglesias evangélicas en las comunidades costeras y rurales en los últimos años, han ayudado al avance de los partidos religiosos Nueva República y Restauración Nacional, y al reclutamiento de líderes comunales para las próximas municipales.
Según la diputada Carmen Chan (Nueva República) se trata de personas “que conocen el cantón, los problemas y necesidades de su gente, y han manifestado su voluntad de trabajar unidos, de la mano con las instituciones y los vecinos, para resolver situaciones que han sido postergadas por años”. La Asamblea Cantonal de Nueva República, por ejemplo, eligió a Óscar Méndez Delgado -quien es líder comunal y técnico con una empresa de tecnología en San Vito- como candidato a alcalde por Coto Brus; y a Sonia Calderón Salas, odontóloga, Ana Daniela Rodríguez Rodríguez, estudiante de derecho, y a Yolanda Quirós Ramírez, máster en administración educativa, como candidatas a los puestos de vicealcaldesa, segunda vicealcaldesa y regidora en primer lugar, respectivamente.
La orientadora Kathia Cano Canessa, de 52 años, fue ratificada por el Partido Restauración Nacional como candidata a la alcaldía de Puntarenas. Restauración también escogió a Jeffrey Esquivel como candidato a alcalde por Liberia y a Leonardo Centeno por el cantón de Carrillo.
A principios de julio, sin embargo, un medio nacional publicó información provista por el Poder Judicial, que señala que cinco candidatos a alcaldes por Restauración están siendo investigados por distintos delitos, como estafa, tráfico de influencias, maltrato, falsedad ideológica y tala en zona de protección.
Aún así, para Vladimir de La Cruz, está claro que “en estas elecciones municipales el factor sorpresa, para todos, lo tendrán y lo darán los partidos religiosos pentecostales, que ya tienen sus casi cuatro mil clubes político religiosos funcionando en esa dirección, con ese objetivo”.
Alberto Rojas, investigador de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la Universidad Nacional (UNA), opinó también que “el triunfo de Restauración Nacional en las provincias de Puntarenas, Guanacaste y Limón en el más reciente proceso electoral, que le permitió al candidato Fabricio Alvarado pasar a segunda ronda, deja entrever un grupo significativo de iglesias evangélicas que desde hace varias décadas vienen sustituyendo al Estado en algunos de sus roles asistenciales, sobre todo en las zonas rurales”.
“Algunas de estas iglesias evangélicas terminan apoyando a familias en condiciones de necesidad, bien sea con alimentos, útiles escolares, o en medio de emergencias como las inundaciones. Cansados de partidos políticos tradicionales que en el poder no resuelven esas urgencias, muchos habitantes de esas regiones del país ven en Restauración una alternativa”, dijo Rojas.
Por su parte, Rafael Arias, académico de la Escuela de Economía de la UNA, destacó que existe una coincidencia entre la forma en que está distribuida la pobreza territorialmente en el país con el comportamiento del electorado. “Ante la falta de respuestas a sus necesidades apremiantes, las personas de zonas costeras, montañosas e incluso zonas urbanas marginales encontraron en las iglesias evangélicas un sentido de arraigo o pertenencia pero también una organización preocupaba por ayudarles, especialmente en coyunturas como las emergencias nacionales”.
“Si a lo anterior se agrega la gran organización de base de estas iglesias y su consolidación en zonas rurales, “tendríamos que coincidir que ya no es una cuestión espontánea, si no que responde a toda una estrategia de movilización, y no solo para propósitos políticos”, declaró Arias.
Sin embargo, para Matarrita, “los principales enemigos en las zonas costeras siguen siendo Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana, y lógico también los partidos evangélicos, que han crecido mucho en esas zonas, han logrado colocar una bandera y ubicarse”.
Matarrita dijo que si bien está bajando la presencia de Liberación Nacional y el PUSC, ahí están e incluso están buscando alianzas con los evangélicos “porque en esencia coinciden en agenda con ellos; lo estamos viendo a nivel nacional con la postura que tienen a nivel país y a nivel de Asamblea Legislativa”.
Se le consultó a Cascante, del PAC, si creía que los partidos políticos religiosos eran los principales contendientes en zonas costeras, rurales y urbano marginales, y su respuesta fue: “no puede afirmarse eso. Los partidos religiosos nunca han estado presentes en la política cantonal. Esta elección será una prueba para saber si logran proponer algún programa que de respuestas a las necesidades concretas de la gente”.
Con respecto a las dificultades del PAC para crecer en las regiones costeras, Cascante comentó que “tiene que ver, principalmente, con que la política clientelar sigue ahí muy arraigada. El PAC se ha venido abriendo paso poco a poco. Hay varias municipalidades fuera del Gran Área Metropolitana donde hemos venido demostrando nuestra capacidad para promover cambios en la gestión municipal”.
Se va reduciendo hegemonía de Liberación Nacional
Uno de los principales resultados políticos de las elecciones municipales del 2016 fue que el PLN prolongó su hegemonía en las alcaldías; pero ya se había empezado a debilitar su respaldo. Así lo reconoció el politólogo e investigador del Programa Estado de la Nación, Ronald Alfaro.
En las municipales de 2016 “el predominio del PLN en las alcaldías municipales se redujo con respecto al 2010, pues ganó 50 de las 81 en disputa, lo que representa el 62% de los gobiernos locales”. Aún así fueron muchas alcaldías y esto es lo que cambiaría para las municipales de 2020.
Cinco de los alcaldes que buscan reelegirse son investigados por el TSE y cuatro de éstos son del PLN. Se trata de Ana Lucía Madrigal (PLN), de Goicoechea; Tobías Murillo (PLN), de Garabito; Verny Valerio (PLN), de San Rafael de Heredia; Mangel McLean (PLN), de Siquirres; y Néstor Mattis (Partido Auténtico Limonense), de Limón.
Para Anthony Cascante, del PAC, “el fin del bipartidismo también ha golpeado en lo local y cantonal y el PLN no ha sabido renovarse. Eso les ha venido costando un desgaste lento, que creo que en esta elección se va a profundizar”.
El diputado Gustavo Viales, secretario general del PLN, dijo a un medio nacional que Liberación peleará en los 82 cantones del país, que están abiertos a crear alianzas o coaliciones con otras agrupaciones políticas: pero que, hasta ahora, nadie les ha hecho una solicitud en ese sentido. También afirmó que el PLN no tiene deudas y que acordaron destinar ¢2.200 millones para las municipales.
Con respecto a las posibles negociaciones entre el PLN y partidos religiosos, Matarrita comentó que hay negociaciones y acuerdos en algunos lugares; no necesariamente de coaliciones, pero sí de alianzas. No obstante, también hay pleitos. “Por ejemplo, en Nicoya no va a haber posibilidad de alianzas y coaliciones de Nueva República o Restauración con Liberación porque también se han agarrado allá adentro, sobretodo porque estos grupos evangélicos también probaron las mieles del poder y esto los ha embelesado.
Están pensando que, si son regidores, tienen una dieta de cientos de miles de colones y muchos se mueven por eso. En la campaña pasada Restauración no tenía ni un regidor en ninguna parte y ahora con 14 diputados dicen ‘entonces sí podemos ser alcaldes’. Es un tema de poder”.
La Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL) informó que 66 alcaldes buscarán reelegirse en el 2020.
Anthony Cascante, Secretario del PAC, informó que “en la actualidad el PAC tiene a su cargo seis alcaldías en todo el país: Hojancha, Montes de Oca, Montes de Oro, Palmares, Acosta y Turrialba. Todos los alcaldes actuales están presentando su nombre para reelección.
También está claro que muchos de los alcaldes que buscan reelegirse son de Liberación.
El alcalde de Osa, Alberto Cole, es uno de ellos. Buscará su cuarta reelección. “En esta ocasión el PLN va con una fórmula en la que están grandes dirigentes del PUSC. Los tiempos han cambiado y ameritan una mayor integración de todas las fuerzas políticas del cantón”, declaró a la prensa.
Un caso curioso se ha dado en Liberia, donde el actual alcalde Julio Viales (PLN) dijo a Eco Municipal Radio que aspirará a la reelección, pero no por Liberación sino dentro de la plataforma del Partido Integración Nacional (PIN).
“Ya no voy a ir con Liberación. Yo quiero mucho a Liberación; mi abuelo fue fundador del partido reformista, lo que es hoy Liberación. Sin embargo, lamentablemente Liberación ha tenido muchos problemas en su estructura porque se ha vuelto como una franquicia y eso es lo malo. Entonces ahora estoy buscando formar un grupo; yo sé que el voto de la calle lo tenemos nosotros. Lamentablemente las asambleas del partido funcionan de una forma bastante complicadas, sobre todo porque al final no son los delegados los que tiene el voto, sino que hay influencias muy marcadas como padrinos o patrocinadores de esas delegaciones. Si uno no está con los padrinos está fuera” y dijo que ese es su caso.
Cada vez más partidos cantonales
Según el TSE, el abstencionismo para las elecciones municipales de 2016 fue de un 64.6% del total del padrón electoral a nivel nacional.
Ronald Alfaro puntualizó que la baja participación continúa concentrándose en comunidades urbanas y densamente pobladas, incluyendo San José; pero que los municipios de mayor concurrencia a las urnas están fuera del Área Metropolitana y se caracterizan por ser rurales y de menor presencia estatal.
Para Matarrita, es definitivo que seguirá alto el abstencionismo; pero opinó que las crisis de los últimos meses, a raíz de la huelga del año pasado y lo acontecido este año, ha generado más beligerancia en sectores como las personas trabajadoras del sector público.
También hay que destacar el crecimiento de los partidos cantonales en las elecciones municipales. Según cifras recopiladas por Alfaro, en las elecciones de 1998 participaron solamente siete partidos cantonales; para el 2002 participaron 22; en el 2006 participaron 21; para el 2010 alcanzaron 25; y en 2016 participaron 43 agrupaciones cantonales.
Cada vez más, la municipalidad es el gobierno de los vecinos, el que está más cerca, como dice Matarrita. “Todos los días la gente tiene una necesidad que topa con la municipalidad. Es muy diferente al gobierno nacional, donde lo vemos largo y en otras dimensiones. Pero en el cantón, desde que nos levantamos y nos montamos en una bicicleta para ir por la calle, nos topamos con la municipalidad porque la carretera está mala. O empezamos a encontrar la basura botada por todo lado”.
“Muchos de los movimientos sociales que se han venido formando en el cantón de Nicoya tienen una connotación de lucha por los derechos de los vecinos frente al municipio. Por ejemplo, todos los movimientos que tienen que ver con el tema de carreteras, que son muy fuertes en Nicoya en este momento; o el de las mujeres costeras que reivindican fundamentalmente el derecho al trabajo en un distrito como lo es Sámara, que prácticamente se le ha regalado a la inversión extranjera y donde se ha marginado enormemente a la gente nuestra”, expresó el dirigente.
De esta forma es que hay gente dentro de movimientos sociales, grupos vecinales, asociaciones de desarrollo, colectivos ecologistas, que están luchando, haciendo incidencia, movilizándose, y que al darse cuenta de que necesitan ubicar a su gente en puestos de representación popular, como síndicas o regidoras, deciden postularlas.
“Entonces esa es la primera cosa que la gente siente: participamos porque la municipalidad es de nosotros y no es mandando a cualquier persona ahí; es mandando a nuestra gente, formada políticamente, con las agendas que tenemos y que también se pueda juntar con otra gente para construir alianzas en la Municipalidad y poder tener espacios de poder”, enfatizó Matarrita.
Esta participación en candidaturas con autonomía local, también incentiva la participación ciudadana en las elecciones municipales.