La Cancillería informó que estos 91 migrantes enfrentaban problemas para viajar porque no tenían el dinero del tiquete, una situación que lograron solventar con ayuda de organismos internacionales.
Con este vuelo se cierra definitivamente el capítulo de la crisis generada por el atasco provocado en noviembre por la decisión de Nicaragua de no permitir el paso de los migrantes isleños en su viaje hacia el norte.
Según explicó el gobierno, no todos los cubanos que recibieron la visa costarricense (7.802) viajaron según el plan que el gobierno coordinó con otros gobiernos de la región y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Algo más de 3.000 migrantes, desesperados por la lentitud de los procesos, terminaron pagando a los “coyotes” para que los llevaran ilegalmente.
"Quiero agradecer en nombre del gobierno y del pueblo costarricense a los gobiernos hermanos de Centroamérica y México, quienes en un momento de gran dificultad por el flujo de migrantes cubanos, nos tendieron su mano amiga y solidaria", expresó el presidente Luis Guillermo Solís, en un comunicado.