Jorge Rodríguez Vives, en el centro de la polémica aparece junto al presidente Chaves en foto que publica La Nación.

Este miércoles, la Presidencia distribuyó un video en el que varios comunicadores participantes del encuentro desmintieron la nota de La Nación y aseguraron que, por el contrario, la orientación que recibieron fue de mantener una comunicación “abierta y transparente”.

Dado que las dos versiones no solo son distintas, sino absolutamente contradictorias, es imposible que ambas sean ciertas. Por tanto, una de las dos partes está mintiendo.

Según La Nación, el jefe de despacho de la Casa Presidencial, Jorge Rodríguez Vives, fue quien dio la orden de restringir la información.

“Los medios (de prensa) son nuestro enemigo; necesitamos disciplina absoluta; el enemigo está afuera y ustedes saben quién es”, destaca La Nación las supuestas palabras de Rodríguez. “No lo vean como censura, sino como disciplina absoluta”, agregó.

El periódico cita el comentario de un funcionario anónimo, quien habría dicho: “Fue horrible, fue una combinación de autoritarismo y populismo”.

La Nación afirma que fueron cuatro los participantes del encuentro que confirmaron este relato, pero sus identidades no fueron reveladas.

Este miércoles, seis funcionarios de prensa de distintas instituciones aparecen en un video junto a la ministra de Comunicación, Patricia Navarro, y el jefe de despacho de la Presidencia, Jorge Rodríguez Vives, rechazando enérgicamente la versión del diario.

“Nunca se habló de hermetismo, más bien el ministerio de la Presidencia y el ministerio de Comunicación hablaron sobre la apertura y la forma en que tenemos que comunicarnos hacia la población”, manifestó Angie Ortega del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados.

Andrés Quesada, del Ministerio de Planificación (Mideplan), dijo que “yo estuve en la reunión y como dicen mis colegas, lo que se hizo fue incentivarnos a tener una comunicación clara con los costarricenses”.

En igual sentido se manifestó la encargada de prensa del Ministerio de Trabajo, Paula Díaz.

Una lectura atenta de la nota de La Nación no permite constatar que Rodríguez haya hablado de restringir la información, pues sus palabras precisas, según las fuentes del periódico, fueron: “Los medios (de prensa) son nuestro enemigo; necesitamos disciplina absoluta; el enemigo está afuera y ustedes saben quién es”,  “no lo vean como censura, sino como disciplina absoluta”.

La intención de restringir información podría inferirse del texto anterior, claro está, pero a riesgo de llegar a una conclusión errónea. También se podría inferir que en un contexto de animosidad ("los medios de prensa son nuestro enemigo", dice la cita), el gobierno quiere que haya mucha disciplina a la hora de generar informaciones, para que no se presten a distorsiones que dañen su imagen.

Independientemente de quien haya mentido, lo más importante de este temprano capítulo de confrontación entre el gobierno y la prensa es que el ambiente de enemistad que prevaleció en el periodo de campaña electoral no se ha disipado. 

Durante la campaña electoral, La Nación publicó una serie de reportajes sobre la existencia de una estructura paralela de financiamiento de la campaña del entonces candidato del Partido Progreso Social Democrático (PPSD), así como constantes referencias a acusaciones de acoso sexual en las que habría incurrido Chaves mientras era alto funcionario del Banco Mundial en Indonesia. 

Ante estas publicaciones, Chaves lanzó una agresiva respuesta a La Nación y a otros medios de comunicación como Teletica y CR Hoy, a los que acusándolos de corruptos y amenazando con destruirlos.