Hasta ahora, la atención se ha concentrado en la mitad de la población más pobre del país, es decir, 27.427 familias que habitan en los 75 distritos con mayor concentración de pobreza, aunque el objetivo es dar cobertura a la totalidad de esa población durante los cuatro años de la administración, según explicaron las autoridades.
La estrategia para atacar la pobreza extrema se articular en el denominado programa Puente al Desarrollo, que busca romper el enfoque asistencialista, dotando a las familias de las herramientas necesarias para que puedan evolucionar hacia la independencia económica.
“Damos a esta población herramientas que contribuyen a mejorar su calidad de vida. Nuestra meta es caminar hacia la eliminación del asistencialismo, a la potenciación de capacidades, para que cada una de estas familias pueda llevar a cabo con éxito sus proyectos de vida y de felicidad”, señaló la vicepresidenta y coordinadora del sector social del gobierno, Ana Helena Chacón.
El programa Puente al Desarrollo da una atención individualizada para cada familia, por medio de gestores que trabajan directamente en las comunidades para conocer de cerca las necesidades y así priorizar los beneficios que reciben, tales como cuido infantil, becas estudiantiles, gestión de empleo, acceso a Internet y programas de capacitación laboral, entre otros.
A la fecha se han aprobado 85.148 beneficios, según los registros del Programa, para lo cual las instituciones del sector están articuladas.
A inicios de 2017 iniciará la atención de 27.300 familias más, de manera que al finalizar el actual periodo de gobierno se habrá podido atender a las 54.600 familias en pobreza extrema del país.
Por las metas alcanzadas en la Estrategia Nacional para Reducción de la Pobreza Puente al Desarrollo, el 12 de octubre Costa Rica logró un reconocimiento del Banco Mundial, organización que destacó el esfuerzo que el Administración Solís Rivera ha realizado por lograr una incidencia importante en la reducción de la pobreza, en particular la extrema.