“Todo funcionario público que haya tenido algún grado de participación aunque sea en grado mínimo y de manera indirecta, como puede ser mi caso, tiene la obligación de responder a cualquier consulta que se le formule”, agregó el ministro en una carta enviada al presidente del Congreso, Henry Mora.

“La ciudadanía costarricense tiene absoluto derecho a saber con todo detalle qué fue lo que realmente aconteció en este asunto”, agregó el ministro, quien celebró la iniciativa de varios diputados de oposición de crear una comisión legislativa que investigue el caso.

El viceministro Soley presentó la renuncia al cargo el sábado pasado, argumentando que quería evitarle problemas al gobierno del presidente Luis Guillermo Solís, pero no ofreció detalles de lo que había ocurrido y que provocó una semana de especulaciones en los medios de comunicación.

Lo único que se conoce –que no ha sido negado por ninguna de las partes- es que Soley le ofreció una embajada a la Procuradora, quien ha emitido pronunciamientos contrarios a las tesis oficiales en asuntos de alguna trascendencia, como fue el levantamiento de un veto presidencial a una ley que otorga a un grupo de artesanos el uso de la calle 13, contiguo a la plaza de la Democracia.

Brenes también consideró ilegal el nombramiento de Jiménez como ministro de la Presidencia, por su antigua condición de obispo luterano, tema que ya fue resuelto por la Sala Constitucional con un fallo que permite la continuación del funcionario en su cargo.

 “La propuesta de encomendar a una Comisión Legislativa que estudie el caso y que, con base en los resultados que obtenga, formule las recomendaciones que considere pertinentes, es un acto de responsabilidad y transparencia política que solo beneficios traerá a la democracia costarricense”, afirmó Melvin Jiménez en su carta al presidente legislativo.

En otra misiva enviada por Jiménez al ex viceministro Soley, lamenta su decisión de  renunciar al cargo, pero la justifica porque “sé que lo hace para proteger el buen nombre de su familia y el suyo personal; frente a tales motivaciones no puedo oponer ninguna objeción”.