Foto tomada de La llamada de la flor, de Nat Geo.

La investigadora de la Escuela de Biología Universidad de Costa Rica (UCR), Amanda Vicente Santos, lamenta que muchas de las prácticas que se emplean para alejar a estos animales de las comunidades humanas, atentan contra el ambiente en su totalidad, al matarlos, ya que son junto con las abejas, de uno de los mayores polinizadores de plantas por lo que son vitales para la agricultura.  

De las 116 especies de murciélagos que hay en Costa Rica, solo tres se alimentan de sangre; de ellas una especie lo hace en mamíferos, aunque muy rara vez en los humanos. El principal problema derivado de esto es que esta especie es la transmisora de la rabia selvática al ganado que no está vacunado, lo que ha causado una gran molestia en el sector ganadero.

Una de las situaciones frecuentes que desencadena la matanza de otras especies de murciélagos se da cuando estos invaden las casas y otras estructuras en zonas urbanas y rurales. La investigadora comenta que “no es de extrañar que ellos se metan en un cielo raso porque estos lugares son secos y calientes, además de que les brindan protección contra la lluvia y sus depredadores”.

Si bien la presencia de estos mamíferos en el techo de las casas no produce ninguna consecuencia grave en humanos, la acumulación de guano –heces del murciélago– puede ocasionar malos olores, desgaste del techo y algunas alergias.   

También hay que mencionar que los murciélagos no son agresivos, por lo que no le hacen daño a las personas. Es importante tener en cuenta que a excepción de la transmisión de rabia por parte de los miembros de la especie Desmodus rotundus, no existe evidencia científica de que estos animales sean portadores de otras enfermedades en América Latina. 

Estos mamíferos, señala la investigadora, poseen un sistema de percepción llamado ecolocalización que funciona para ubicarse en la oscuridad y encontrar a sus presas con una mayor facilidad. Esta habilidad consiste en la emisión de ondas de ultrasonidos (frecuencias altas que los humanos no pueden percibir) que al viajar por el aire y chocar con objetos vuelven al murciélago y lo ubican en el espacio.      

En el caso de las colonias que tienen años de vivir en un cielo raso, hay que cambiarlo, indica la bióloga. Entonces, la noche antes de realizar el trabajo, es importante avistar los lugares por los que estos animales ingresan. 

Una vez realizado el cambio del techo, todos los murciélagos salen del lugar, entonces se debe tener cuidado de que no quede ningún individuo dentro, de limpiar muy bien para quitar el olor y de tapar cualquier posible entrada para impedir el reingreso.

En el caso de que lleven poco tiempo alojados en la casa debería bastar con colocar alguna fuente de luz para incomodarlos y hacer que se vayan; posterior a eso, se procede a bloquear los lugares por donde solían entrar.

Con los que se alimentan de sangre, Vicente recomienda campañas de vacunación del ganado para evitar el contagio de rabia, aunque entiende que estas muchas veces se complican por cuestiones de logística y de costos.  

La especialista agrega que uno de los mayores retos que tenemos como sociedad es lograr una convivencia en armonía con los murciélagos. “Nosotros llegamos a lugares a donde ellos ya estaban desde antes”,  afirma.

Mitos sobre los murciélagos 

¿Los murciélagos chupan sangre?

Falso. En el mundo solamente existen tres especies de murciélagos que se alimentan de sangre y rara vez lo hacen en humanos, durante toda una noche cada individuo consume aproximadamente una cucharadita de sangre. 

¿Los murciélagos son ciegos?

Falso. Los murciélagos tienen una buena visión además del sistema de ecolocalización 

¿Todos los murciélagos tienen rabia?

Falso. Aunque pueden llegar a ser trasmisores de la enfermedad es más posible el contagio por medio mordidas de animales como zorros, perros y gatos. 

¿Los murciélagos se enredan en el cabello de las personas? 

Falso. A los murciélagos no les gusta enredarse en el cabello de nadie, de hecho le temen a los humanos.

FOTO: https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/grandes-reportajes/la-llamada-de-la-flor-2_8154.

(* patricia.blancopicado@ucr.ac.cr)