Un grupo de miembros de la institución se manifestó el lunes frente a la rectoría reclamando políticas más activas y medidas concretas para contrarrestar la violencia física, especialmente contra las mujeres, dentro de la sede universitaria.

El grupo, compuesto principalmente por estudiantes universitarias y trabajadoras, solicitó una mejor iluminación de la infraestructura universitaria; reforzar las labores de seguridad en diferentes espacios; mejorar la comunicación para informar de situaciones que puedan poner en riesgo la seguridad física y emocional de la comunidad universitaria, y garantizar un acompañamiento inmediato y efectivo para las mujeres que hayan sido víctimas de violencia sexual dentro de la institución.

Las demandas fueron acogidas por el rector Hening Jensen quien declaró que “este es un tema que nos preocupa y nos indigna”.

“Ya hemos tomado medidas que consideramos necesarias para contrarrestar la violencia física y simbólica en el campus, incluyendo rondas de seguridad con oficiales, con cámaras de video, con iluminación en áreas oscuras e incluso alarmas. Sin embargo, acogemos las solicitudes de este grupo de jóvenes y nos comprometemos a seguir construyendo una cultura de paz que nazca desde la Universidad y que se extienda hacia las comunidades que la rodean”, externó Jensen.
El vicerrector de Administración, Carlos Araya, explicó que ya existe una serie de protocolos de seguridad para atender situaciones de violencia en el campus, y que son actualizados con frecuencia.

Indicó que se han instalado más cámaras de seguridad y contratado oficiales para inspeccionar el campus. Asimismo, se cuenta con el soporte del Centro de Investigación en Estudios de la Mujer (CIEM) para el apoyo psicológico y jurídico de las víctimas.

La tarde de este martes un grupo de estudiantes y autoridades realizará una ronda de inspección por el campus para detectar, en conjunto, lugares con necesidad de mejora de seguridad e iluminación.