Imagen. FOTO: CCSS. El momento en que la enfermera Tatiana Sancho Chacón, del CEACO, recibe la primera dosis de la vacuna contra la Covid-19, este 24 de diciembre.
De manera simbólica se vacunaron este jueves (24.12), dos personas adultas mayores del hogar Propam, Elizabeth Castillo Cervantes, de 91 años, y Jorge de Ford Almetlla, de 72 años, fueron las primeras personas en vacunarse contra el Covid-19 en Costa Rica, en un acto oficial celebrado en el hogar para adultos mayores en Tres Ríos.
Al mismo tiempo que recibían la primera dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech dos funcionarios del hospital CEACO, especializado en la atención de pacientes Covid-19, el médico José Acuña Feoli y la enfermera Tatiana Sancho Chacón.
El ministro de Salud, Daniel Salas, indicó que la llegada de las primeras dosis “nos llena de esperanza, pero eso no significa desmayar en las medidas de prevención. Necesitamos hacer un esfuerzo mayor para proteger a las personas vulnerables” en estas semanas dijo y alentó a la población a combatir el cansancio con la esperanza de que pronto podremos superar los momentos dolorosos y de tanto rigor, que hemos enfrentado este año.
La aplicación simbólica de la vacuna contra la COVID-19 precede al inicio el próximo lunes, de la vacunación de las casi 5.000 personas que se beneficiarán con este primer lote de 9.750 vacunas, al que le seguirá el ingreso la próxima semana de 11.700 dosis más. El anuncio oficial señala que a partir de este momento, cada semana se recibirá un nuevo tracto de vacunas hasta alcanzar la totalidad pactada con las farmacéuticas para dar cobertura al 80% de la población del país durante el 2021.
“Es la mejor noticia de Navidad, porque necesitamos un aire de entusiasmo para mantenernos dentro de las medidas de seguridad en lugar de descuidarnos en el momento crucial, donde vivimos el riesgo inminente de ocupación plena de los servicios” señaló Román Macaya, presidente ejecutivo de la Caja.
Desde hace semanas, la CCSS realiza los preparativos de capacitación, planifica y prepara los vacunatorios y los insumos necesarios para comenzar con la inoculación de las primeras dosis de manera sistemática.
El presidente de la República, Carlos Alvarado, destacó al recibir el avión que transportó la vacuna, que este es el resultado del trabajo realizado por el equipo del gobierno de la República para garantizar la protección del derecho a la salud, a través del acceso a la vacuna para enfrentar el COVID-19.
“Esta es la dirección que hemos seguido durante estos meses trabajo, el proceso de vacunación puede representar el inicio del final de la pandemia, pero no significa que debemos bajar la guardia”, indicó.
-- MUY EFICAZ Y SEGURA
La vacuna se aplicará de manera inyectable en el músculo deltoides de la parte superior del brazo en dos dosis separadas por 21 días. Es posible que las personas no estén completamente protegidas hasta 7 días después de su segunda dosis de vacuna. Los que significa que las personas inoculadas deben mantenerse protegidas durante un mes para dar tiempo a que el organismo desarrolle la inmunidad.
Como todas las vacunas, pueden presentarse efectos secundarios, aunque no en todas las personas.
Efectos adversos muy frecuentes: pueden afectar a más de 1 de cada 10 personas. • lugar de inyección: dolor, hinchazón • cansancio • dolor de cabeza • dolor muscular • dolor en las articulaciones • escalofríos, fiebre
Efectos adversos frecuentes: pueden afectar hasta 1 de cada 10 personas. • enrojecimiento en el lugar de la inyección • náuseas
Efectos adversos poco frecuentes: pueden afectar hasta 1 de cada 100 personas. • ganglios linfáticos agrandados • Sentirse mal • dolor en una extremidad • insomnio • picazón en el lugar de la inyección
Efectos adversos raros: pueden afectar hasta 1 de cada 1.000 personas. • caída facial temporal de un solo lado
Efectos adversos en frecuencia no conocida (no puede estimarse a partir de los datos disponibles) • reacción alérgica grave que se resuelve con intervención médica.
-- MECANISMOS DE ACCIÓN
La vacuna enseña al cuerpo a reconocer una parte ínfimamente pequeña del virus que lo identifica -la proteína espícula- para crear anticuerpos que defiendan a la persona cuando entre en contacto con el virus.
Esa proteína está en la superficie del virus con forma de gancho o antena y es lo que usa el virus para entrar a una célula sana, por tanto, la vacuna hace que el cuerpo la reconozca como peligrosa, lo ataque con sus defensas ya entrenadas, para impedir que la infección se produzca.
Según los estudios se necesitan dos dosis para alcanzar la inmunización máxima y tiene efectividad de 90%, lo cual es un porcentaje de eficacia muy alto, lo que también significa que algunas personas que se vacunen pueden no alcanzar la inmunidad necesaria y llegar a tener la enfermedad más adelante cuando estén en contacto con el virus aunque más atenuada.
La vacuna no usa ningún virus, ni vivo, ni atenuado, sino que utiliza un tipo de sustancia envuelta en una capa lípida para dar un mensaje al cuerpo de que un ente extraño está presente y debe atacarlo.
Como esa capa lípida es frágil, la vacuna viaja congelada desde el laboratorio donde es creada, hasta los países. Una vez en el lugar de vacunación, se descongela naturalmente, se mezcla con suero fisiológico y se presenta al cuerpo para que él cree las defensas.