La capacidad militar de Ucrania no es comparable con el poderío del ejército ruso, ni en calidad ni en cantidad de armas y efectivos.
Factores históricos, geográficos, económicos y, sobre todo, de seguridad, determinan el desenlace del conflicto, que es fundamentalmente un conflicto entre Rusia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la alianza militar de Europa y Estados Unidos.
Las siguientes son cinco claves que permiten comprender mejor el conflicto en Ucrania.
1. La posición estratégica de Ucrania
Ucrania es estratégicamente muy importante por dos razones: el primero es que es un país claves para el abastecimiento energético de la Unión Europea debido a que por su territorio pasan unos gaseoductos que transportan gas ruso hacia Europa. Cerca del 85% de todo el gas que exporta Rusia lo hace a Europa. Para Europa, este gas es también vital porque representa el 37% de todo el gas importado por la Unión Europea.
Ucrania cobra por el paso de este gas y ese peaje equivale al 3,8% del Producto Interno de Ucrania.
La dependencia del gas ruso de este gaseoducto de Ucrania ha llevado a Gazprom, la empresa rusa de gas, a construir un nuevo gaseoducto que conecta a Rusia por Alemania pasando por el mar Báltico, sin necesidad de pasar ni por Ucrania ni por ningún otro país intermediario.
La otra razón geográfica es la cercanía de Ucrania a Rusia. La gran demanda que Rusia estuvo formulado a la OTAN para detener la escalada del conflicto es que esta organización militar prometa que jamás admitir en su seno a Ucrania ni a Georgia ni a ningún otro país cercano a Rusia. No obstante, la OTAN ha rechazado esta demanda diciendo que cualquier país que cumpla con los requisitos puede ser uno de sus miembros.
Con su posición, Rusia quiere evitar dos cosas: una es perder la influencia que tiene en el este de Ucrania y, la segunda y más importante, es que el ingreso de Ucrania a la OTAN le permitiría a ésta instalar misiles nucleares que puedan alcanzar las principales ciudades rusas, entre ellas Moscú , sin que las defensas rusas tengan capacidad de respuesta pues los misiles tardarían pocos minutos en impactar en cualquier punto de su territorio.
Ucrania, consciente de estos factores, está dispuesta a hacer lo que sea para tener a la OTAN de su lado.
Clave 2: La ayuda internacional
La segunda clave es la ayuda internacional que vaya a recibir Ucrania tras la invasión. En principio, no parece viable que la OTAN vaya a meter tropas en Ucrania, pues esto constituiría una declaración de guerra contra Rusia y la transformación de un conflicto regional en uno internacional.
No obstante, los países integrantes de la OTAN, por separado, han estado brindando ayuda militar a Ucrania. Hasta ahora, el Reino Uido es el país que más se ha involucrado en la defensa de Ucrania, enviando al menos 2.000 armas ligeras anti-tanques y una treintena de expertos militares para instruir a los ucranianos en su utilización.
Además, en noviembre de 2021, el Reino Unido y Ucrania firmaron un acuerdo para que este último país mejore sus capacidades marítimas con nuevos buques de contramedidas de minas, botes de misiles, fragatas y otros equipos similares.
Estados Unidos también ha enviado grandes cantidades de armamentos a Ucrania, aunque no está dispuesto a meter tropas en ese país.
En la Unión Europea, los países más involucrados con Ucrania son los que precisamente tienen fronteras con Rusia. Países como Lituania, Estonia y Letonia enviaron material anti-aéreo y anti-tanque a los ucranianos.
Pero, para Europa, el problema es Alemania, que ha adoptado una actitud muy tibia con respecto a la amenaza rusa. Esa actitud está relacionada con la alta dependencia de Alemania del gas ruso y, por esa razón, ha decidido no enviar armas a Ucrania y ha prohibido a terceros países enviar armas fabricadas en Alemania.
Aparte de lo anterior, Estados Unidos y la Unión Europea han anunciado severas sanciones contra Rusia.
Tercera clave: La verdaderas intenciones de Putin
Sin duda, los planes de Putin y su capacidad de lidiar con la presión interna y externa son algunas de las grandes claves del conflicto.
La voluntad de Putin se ha inclinado ante el Kremlin, que lleva años de preparación para actuar en Ucrania, desde que la influencia rusa en ese país empezó a decrecer a partir de 2014.
Antes de ese año, Rusia contaba con un incondicional aliado en el presidente ucraniano Viktor Yanukóvich, pero entre noviembre de 2013 y febrero de 2014 se produjo una serie de protestas, conocidas como la revolución del Euromadián. El movimiento era favorable a la suscripción de un tratado entre la Unión Europea y Ucrania y el rechazo a la estrecha relación entre Kiev y Moscú. Como consecuencia de este conflicto fue depuesto Yanukóvich y un nuevo gobierno pro-occidental tomó el poder en Ucrania.
Sin embargo, la región de Crimea -con fuerte presencia de población rusa- se opuso al nuevo gobierno, y convocó a un referendo que fue ganado para proclamar la adhesión de este territorio a Rusia. Posteriormente, los territorios de Donest y Lugansk se declararon independientes y constituyeron gobiernos cercanos a Moscú. Estas tres entidades se encuentran ubicadas en la parte este de Ucrania, en la frontera con Rusia.
Las alegadas agresiones del gobierno de Kiev contra las regiones de Donest y Lugansk han sido la excusa de Putin para proceder a la acción militar en Ucrania. Pero él mismo ha dicho claramente que la causa central de la intervención es la amenaza que para Rusia representa la integración de Ucrania a la OTAN.
La capacidad militar ucraniana
Si bien las fuerzas armadas ucranianas han mejorado mucho desde 2014, fruto de las inversiones en armamento de Kiev, el ejército ucraniano no está ni por asomo a la altura de la cantidad y calidad de las tropas rusas.
Un problema que afecta al ejército ucraniano es la geografía, pues ésta se compone en gran medida de extensas llanuras en las que la artillería y la aviación rusa pueden causar verdaderos estragos en las filas ucranianas.
Además, el frente a defender por Ucrania es enorme, de cientos de cientos de kilómetros a lo largo de la frontera con Rusia e, incluso, podría recibir algún ataque desde Bielorrusia.
A pesar de que tiene todas las de perder, Ucrania tiene a su favor el conocimiento del terreno, pero su ejército no está en capacidad de una guerra frontal y, probablemente, solo le quede la opción de sostener una guerra de desgaste. Rusia, que conoce esta circunstancia, ha lanzado una ofensiva total para tratar de resolver el asunto en pocas semanas.
La voluntad de la población pro-rusa de Ucrania
Un factor adicional es que gran parte de la población de Ucrania es abiertamente pro-rusa y no ve con malos ojos la intervención. Y no estamos hablando de los miles de milicianos que componen las fuerzas de autodefensa de Donest y Lugansk, sino también de potenciales guerrilleros, espías, informantes y demás personas clave con que los rusos cuentan en otras regiones.
Esto hace mucho más difícil a Ucrania defenderse de un ataque ruso.