La primera persona a quien se aplicó esta técnica desarrollada por el Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica, es una mujer de 37 años, vecino de La Cruz de Guanacaste.
La primera dosis de plasma le fue aplicada a la paciente el sábado y el domingo se le administró la segunda dosis en el Centro Especializado de Atención de Pacientes con COVID-19 (CEACO), ubicado en el CENARE, detalló el director de dicho centro, Roberto Aguilar Tasara.
“Hay una buena evolución clínica, pero aún es muy temprano para hacer la evaluación definitiva”, manifestó Macaya.
El plasma convaleciente se obtiene de una persona ya recuperada de COVID-19 que luego se usa como tratamiento mediante infusión en un paciente nuevo que está con el virus activo.
Un total de 25 personas recuperadas de Covid-19 han acudido voluntariamente a donar su sangre, con la cual se han obtenido 61 bolsas de plasma. Algunos de ellos lo han hecho hasta en tres ocasiones, “lo cual es muy altruista de su parte”, señaló el jerarca.
El doctor Sebastián Molina Ulloa, microbiólogo, especialista en inmunohematología del Banco Nacional de Sangre, explicó que los anticuerpos actúan como barrera contra el virus lo que ayuda al paciente a recuperarse.
El especialista dijo que las inmunoglobulinas o anticuerpos son proteínas vitales que realizan una amplia variedad de funciones e influyen sobre el equilibrio del sistema inmunitario y se encuentran en el plasma de las personas.
En este caso, el plasma convaleciente se usará como tratamiento para aquellos pacientes COVID-19 que tengan una condición severa o critica, con menos de 14 días de estar internados y que cumplan los criterios para recibir el tratamiento.
Molina detalló que cada paciente que lo requiera recibirá una aplicación de plasma en dos dosis equivalentes a una bolsa de 200 mililitros cada una. Se hará mediante transfusión con una diferencia de tiempo de 24 horas entre cada dosis.
Añadió que los anticuerpos que puedan ser transfundidos a través del plasma, tendrán una permanencia temporal en los pacientes e irán disminuyendo conforme vayan actuando hasta desaparecer, motivo por el cual el plasma es un tratamiento y no una cura contra el virus
El plasma convaleciente puede durar hasta un año para utilizarse, indicó el microbiólogo Molina.