Solo en el último año, la pobreza se redujo de 21,7% a 20,5%, un significativo 1,2% que representa a 10.400 y más de 22.000 personas, según el estudio realizado con el INEC, que utilizó dos métodos diferentes para medir la pobreza con resultados muy similares en ambos casos.
Dos grupos de datos sobresalen de la Encuesta de Hogares. Uno de ellos es que el mayor impacto de las políticas estatales para sacar a las familias de la pobreza no solo impactan las zonas urbanas, sino también las rurales, donde los porcentajes son aún más significativos.
El otro es que la encuesta ha podido comprobar es que los beneficios de esas políticas recaen en los sectores más pobres, lo que demuestra que por primera vez en muchos años, los recursos destinados a la seguridad social están siendo dirigidos a quienes realmente los necesitan.
Lo que demuestra la Encuesta de Hogares es que “Costa Rica está combatiendo la pobreza con método”, expresó en conferencia de prensa el presidente Luis Guillermo Solís.
El mandatario destacó que desde que asumió la presidencia en 2014, los índices de pobreza cayeron de 22,4% en 2014 a 20,5% en el 2016.
“Estas nos son palabras, son números para ser constatados”, manifestó Solís, quien además admitió que “aún hay mucho que mejorar, porque la lucha no termina todavía” y en lo que resta su administración se aumentarán los esfuerzos.
Fuerte impacto en las zonas más postergadas
Los impactos más fuertes del programa Puente al Desarrollo, que echó andar la administración Solís con criterios y prácticas novedosos, se produjeron en las zonas geográficas que habían sido las más postergadas del país: la Chorotega y la Brunca.
En la región Chorotega, que abarca gran parte de la provincia de Guanacaste, la pobreza se ha reducido en estos dos último años en un 9,6%, pasando de 33,1 a 23.6%.
Mientras tanto en la región Brunca, que cubre la zona del Pacífico Sur, las cifras pasaron de 36,2 a 31,8%.
En cuanto a la pobreza extrema, solo en el 2015, la reducción fue de 7,2 a 6,3%, pero en los dos últimos años.