El lema de este año es “El tabaco, una amenaza para el desarrollo”, y su campaña pretende demostrar que esta industria compromete el desarrollo sostenible de todos los países, incluidos la salud y el bienestar económico de sus ciudadanos. Además, propone medidas de lucha contra la crisis mundial causada por el tabaquismo, las cuales deben ser adoptadas por las autoridades y la opinión pública.
“La lucha antitabáquica, que está incluida en la Agenda para el Desarrollo Sostenible, es una de las formas más eficaces de contribuir al logro de la meta 3.4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: de aquí a 2030, reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles en todo el mundo, incluidas las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y enfermedad pulmonar obstructiva crónica”, menciona la OMS a propósito de la fecha.
A parte de salvar vidas y reducir las desigualdades sanitarias, los programas integrales de lucha antitabáquica pueden limitar las consecuencias negativas para el medio ambiente del cultivo, la producción, el comercio y el consumo de tabaco. Estos programas también ayudan a romper el ciclo de la pobreza, erradicar el hambre, promover la agricultura sostenible, incentivar el crecimiento económico y luchar contra el cambio climático.
El tabaco y los objetivos de desarrollo en cifras
•El consumo de tabaco mata cada año a casi 6 millones de personas, una cifra que, según las previsiones, aumentará hasta más de 8 millones de fallecimientos anuales en 2030 si no se intensifican las medidas para contrarrestarlo.
•La industria del tabaco obliga a aumentar el gasto sanitario y produce una reducción de la productividad, generando costos sustanciales para la economía de los países. Cerca del 80% de las muertes prematuras causadas por el consumo de tabaco se registran en países de ingresos bajos y medianos, que tienen más dificultades para alcanzar los objetivos de desarrollo.
•Cada año, los cultivos del tabaco utilizan 4,3 millones de hectáreas de tierra y causan entre un 2% y un 4% de deforestación del planeta. Además, la fabricación de productos de tabaco genera 2 millones de toneladas de residuos sólidos.
•Con el aumento de US$ 1 al impuesto sobre los cigarrillos se recaudarían US$ 190 000 millones más que podrían utilizarse en políticas de desarrollo. El incremento de estos impuestos genera ingresos fiscales para los gobiernos, puede reducir la demanda de tabaco y es una fuente de ingresos importante para financiar actividades de desarrollo.
(Fuente: IAFA)