En las dos últimas administraciones PAC, tal figura ha sido inexistente. El mentado funcionario ha sido un perencejo (o sea el cuarto nivel de los desconocidos después de fulano, sutano y mengano), cuya labor se limita al acomodo de las sillas en las conferencias de prensa; sin ninguna incidencia real en la conducción del gobierno.
Un verdadero Ministro de Comunicación, como en su tiempo lo fue Armando Vargas Araya (por ejemplo), es un consultor de primer órden del mandatario, una pieza fundamental que facilita la información al ciudadano y en especial a los soldados rasos con que cuenta la administración pública.
Debe informar, motivar y promover la correcta ejecución de las acciones de cambio que se pretenden; porque... ¡Para generar un cambio, hay que saber qué cambiar!
¿Cómo podrán modificar sus conductas los funcionarios estatales que realmente desean hacer una Costa Rica mejor, si no saben qué se espera de ellos en el día a día, en sus labores en las ventanillas, en sus labores técnicas, en su trabajo administrativo?
Nuestro flamante gobierno, lleno de esperanza para las costas y para las ciudades, no debe fallarnos de nuevo. ¡Por favor don Rodrigo Chaves, no cometa el mismo error! Nombre un Ministro de Comunicación que sepa hablarle al pueblo en un lenguaje sencillo, directo, concreto.
Que las instrucciones sean claras, simples, realizables. Usted es el que guiará el Estado, el pueblo consideró que es el mejor guía en lo económico y en lo político... Elija un experto que le ayude en el arte de comunicar, le aseguro que no es tarea sencilla y es vital para el éxito de su gobierno.
Los funcionarios públicos, deben conocer a partir de mayo 2022, exactamente lo que deben hacer y también lo que no deben hacer.
Son su ejército, las instrucciones deben ser claras. Deben ser motivados constantemente para sugerir mejoras en todos los campos, que denuncien con vehemencia cualquier anomalía, que no tengan miedo de hacer cosas nuevas.
El buen empleado público (una mayoría aplastante) sabe quién no trabaja, quién es irresponsable, quién abusa del poder, quién llega tarde sin ningún temor porque es “de la argollita local”.
En el reciente escándalo del CONAVI hasta el vendedor de copos de la acera del frente conocía que algo andaba mal; pero pocos se atrevieron a denunciar.
Que no le pase como al PAC que, a pesar de haber hecho proyectos buenos, la opinión pública lo juzga severamente como uno de los peores gobiernos de toda la historia, porque... ¡No supo comunicar!
(*) Xavier Gutiérrez es periodista, productor de TV y escritor