Por Vinicio Chacón *.  Comprender lo escandaloso de las actividades del bufete Mossack Fonseca en el contexto de un mundo agobiado por la desigualdad económica y la impunidad que gozan los “ricos y poderosos” fue lo que llevó a John Doe a filtrar más de 11 millones de documentos de esa firma legal panameña.

Así lo explica quien mantiene su anonimato a través de un manifiesto publicado por el periódico alemán Süddeutsche Zeitung, al que originalmente cedió la información que después fue publicada por miembros del Consorcio Internacional de Periodismo Investigativo (ICIJ, por sus siglas en ingles) y que UNIVERSIDAD sigue divulgando en Costa Rica.

“Uno de los más importantes temas de nuestro tiempo es la desigualdad en los ingresos, la brecha entre pobres y ricos. Nos concierne a todos, en todo el mundo”, escribió John Doe el dia de hoy en el diario alemán.

Añadió que la respuesta al por qué de esa situación fue expuesta con los papeles de Panamá: “la corrupción cotidiana y generalizada”.

Añadió que Mossack Fonseca “es más que una simple ruedita en el engranaje” de la “gestión de fondos”, pues “utilizó su influencia para dictar y evadir leyes en todo el mundo y así a lo largo de décadas impuso intereses criminales”.

John Doe se refirió a uno de los argumentos más usados tanto en Costa Rica como en el mundo para justificar haber hecho negocios con este bufete: “Ramón Fonseca y Jürgen Mossack quieren hacernos creer que las empresas fantasma que regenteaban son como automóviles: el vendedor no es responsable si el carro es utilizado para cometer un crimen”.

“Sin embargo -agregó-, los vendedores de autos usados no hacen ninguna ley, y una mirada cuidadosa muestra que las empresas fantasma vendidas por Mossack Fonseca podrían considerarse autos muy especiales, como si fueran fabricados con mucho estilo para el fraude”.

Apuntó además que los papeles de Panamá demuestran “sin lugar a dudas” que incluso cuando esas empresas fantasma no son por definición ilegales, “sirven al efecto de cometer una amplia gama de crímenes mucho peores que la evasión de impuestos”.

John Doe enfatizó que decidió exponer a Mossak Fonseca al juicio de la opinión mundial, porque fundadores, funcionarios y clientes de este bufete deberían rendir cuentas por “el papel que jugaron en estos crímenes”.

“No ha sido sino hasta ahora que se conoce una fracción de los sórdidas maquinaciones de Mossack Fonseca, se requerirán años, quizás décadas, para arrojar luz sobre la totalidad”, ponderó.

PROTECCIÓN PARA “WHISTLEBLOWERS”

Tras aclarar que no trabaja para ningún gobierno ni servicio secreto, ni que haya realizado la filtración por encargo de nadie, llamó la atención a que los medios de comunicación se han concentrado en el escándalo de ante el tipo de prácticas que se consideran legales y son permitidas.

“Pero no debemos perder de vista otro punto importante: el bufete, sus fundadores y funcionarios han quebrantado conscientemente innumerables leyes, en todo el mundo y de manera repetida”, añadió, haciendo un llamado para que las denuncias periodísticas se traduzcan en acciones concretas para llevar los responsables a la justicia en los diferente países.

John Doe además se refirió al tema de la protección que deben recibir las personas que filtran documentos para denunciar prácticas ilegales, criminales o contrarias al interés público, o “whistleblowers”, como es el caso suyo o de los analistas de inteligencia Edward Snowden o Chelsea Manning.

Apuntó que esos “whistleblowers” que “han hecho lo correcto para denunciar delitos”, deben contar con inmunidad ante la ley. “Mientras los gobiernos no garanticen protección ante la ley para whistleblowers, las autoridades dependerán de sus propias fuentes de información o de informes mediáticos para acceder a los documentos necesarios”.

Hacia el final de su manifiesto John Doe recordó que a lo largo de la historia la represión y el desigual acceso al poder fueron factores desencadenantes de revoluciones. “En el pasado fue necesario el poder militar para reprimir a las personas, mientras que hoy tanto o más efectivo es cortar el acceso a la información”, reflexionó al respecto.

Así, ponderó que “vivimos en un tiempo en el que el almacenamiento ilimitado de datos y la rápida conexión a Internet cruzan las fronteras nacionales”, de manera que “parece evidente que la próxima revolución será digital. Quizás ya comenzó”.

(Enlace a nota original: http://semanariouniversidad.ucr.cr/mundo/persona-filtro-los-papeles-pana...)