Decenas de miles de personas con banderas tricolores colmaron las vías desde el aeropuerto Juan Santamaría hasta San José, por donde transitó la carroza que transportó a los jugadores.
En la terminal área se realizó un acto protocolario en el que participaron las máximas autoridades del gobierno, el presidente Luis Guillermo Solís y el vicepresidente Helio Fallas, así como los dirigentes de la Federación Nacional de Fútbol, encabezados por su presidente Eduardo Li.
"Ustedes son, una vez más, los héroes de Costa Rica. En cada partido y en cada minuto de juego dejaron el corazón”, manifestó el mandatario en una breve intervención.
Solís agradeció a los seleccionados por llevar los colores de Costa Rica “a lo más alto” y demostrar que el país puede alcanzar grandes metas en diferentes campos.
“Gracias por los goles que metieron y gracias por los goles que pararon”, expresó.
A todo lo largo de la autopista general Cañas, los aficionados salieron vistiendo su camiseta roja y agitando sus banderas para saludar a los jugadores, que firmaron balones y repartieron apretones de manos, besos y abrazos por doquier.
En el sector de la Sabana, frente a la estatua de León Cortés, los costarricenses se fueron concentrando desde temprano y ocupando más y más espacio del Paseo Colón que llegó a estar completamente lleno de aficionados.
Una celebración enorme, como pocas veces en la historia nacional, acorde con la hazaña realizada por nuestros deportistas.
La Sele regresó al país vencedora del grupo más temible del Mundial, que desde el día del sorteo fue calificado como “el de la Muerte”, por la presencia de tres campeones mundiales.
Hubo quienes en tono burlón le aconsejaron a los ticos darse un tiro antes de ver lo que le pasaría en la primera fase del Mundial Brasil 2014, como el argentino Diego Armando Maradona, eclipsada gloria del fútbol argentino.
Pero Costa Rica resultó ser el matador del grupo de la Muerte y hoy regresa invicto, quinto del mundo, tras llegar hasta cuartos de final en donde Holanda logró detener su empuje solo mediante la tanda de penales.
¡Costa Rica grande!