Washington. “En un año en el que los estadounidenses han perdido la fe en los candidatos de los dos principales partidos, ha llegado la hora para que dé un paso al frente una generación nueva de líderes”, abundó McMullin en un comunicado remitido a la cadena ABC.

“Nunca es demasiado tarde para hacer lo correcto, y Estados Unidos se merece algo mucho mejor que lo que Donald Trump o Hillary Clinton pueden ofrecernos. Me ofrezco humildemente como el líder que puede darle a millones de estadounidenses desafectos una alternativa conservadora a la presidencia”, agregó. Poco después, se daba a conocer su página web oficial para la presidencia, con el logo que también ha adoptado en su cuenta de Twitter, que de unos pocos cientos de seguidores pasó a tener más de 10.000 en menos de tres horas.

McMullin, un exagente de la CIA de 40 años que hasta hace poco trabajaba como director de políticas de los republicanos en la Cámara de Representantes, se presentará como independiente. Pero al contrario que otros candidatos alternativos a Trump y a la demócrata Hillary Clinton —el nominado del Partido Libertario, Gary Johnson, y la del Partido Verde, Jill Stein—, McMullin buscará el apoyo de la base republicana más desafecta al nominado oficial.

Según el presentador de la cadena MSNBC Joe Scarborough, un excongresista republicano, McMullin contaría ya con “el apoyo de donantes republicanos clave”.

Pese a ello, es difícil que un candidato nuevo pueda montar la extensa base necesaria en los Estados clave para atraer suficientes votantes. Todo ello cuando quedan ya menos de tres meses para la cita en las urnas en noviembre. No obstante, o quizás precisamente por todos estos argumentos que desaconsejarían este paso a estas alturas, la candidatura de McMullin muestra, ante todo, el profundo rechazo que Trump sigue generando en las filas del Partido Republicano.

El exagente de la CIA, que al igual que Trump no se ha presentado nunca a una elección, ha ido creando su base de seguidores con mensajes criticando al magnate neoyorquino, al que ha acusado de ser un “autoritario”.

“Autoritarios como Donald Trump usan promesas de ley y orden para justificar la violación de derechos civiles mientras consolidan su control por la fuerza”, tuiteó McMullin el 22 de julio, un día después de la convención republicana en Cleveland, Ohio, donde Trump fue nominado oficialmente como candidato de la formación conservadora.

La candidatura de McMullin se conoce en el mismo día en que Trump se dispone a pronunciar un discurso sobre sus planes económicos considerado clave para recuperar la confianza de un Partido Republicano horrorizado por los errores cometidos en los últimos días por su candidato.

Trump se vio obligado el viernes a rectificar y manifestar su apoyo a la reelección de republicanos clave como Paul Ryan, presidente de la cámara baja, o el senador por Arizona John McCain. El magnate neoyorquino ha estado a la defensiva además desde que se enfrentara a los padres de un soldado musulmán caído en Irak y por unos comentarios sobre Ucrania que, o bien suponen una demostración de su ignorancia en temas internacionales clave o implican un apoyo al Moscú de Vladimir Putin que se aleja demasiado ya no solo de la posición republicana, sino de la política general estadounidense.