Organizaciones sindicales se aglutinan para tratar de impedir las privatizaciones (foto ilustrativa).
En un ambiente de incertidumbre sobre la posición que adoptarán las diferentes fracciones legislativas, el movimiento sindical ha empezado ya a diseñar un plan de acción para oponerse.
“Estamos conscientes de que la venta del Banco de Costa Rica es sólo un eslabón de un programa que busca entregar al sector privado las empresas más emblemáticas del Estado costarricense. En la lista seguiría el Instituto Nacional de Seguros (INS), como ya lo ha revelado el propio Chaves, y probablemente el ICE y otras instituciones”, aseguró el secretario general de la Asociación de Empleados Públicos (ANEP) Albino Vargas, en declaraciones a Informa-tico.com.
El sindicalista reveló que el próximo lunes se reunirán las dirigencias de ANEP y de los sindicatos del INS (UPINS), del Instituto Costarricense de Electricidad (ASDEICE) y del Banco de Costa Rica (UNEBANCO) para diseñar un plan de acción conjunto.
“Es irresponsable y ridículo decir que con el producto de la venta del BCR se reducirá la deuda pública del país, porque los 1.800 millones de dólares en que se cifra su valor en el mercado, no le harían ni cosquillas a esa inmensa deuda”, agregó Vargas.
Así que, probablemente, el dinero iría a cubrir gastos corrientes, como el aumento de sueldo para los policías, según ha sugerido el propio Chaves, apuntó el dirigente sindical.
¿Qué hacer?
Desde el punto de vista de la ANEP, las organizaciones sindicales deben abrir una variedad de frentes para luchar contra los intentos privatizadores del gobierno.
“Creemos que hay que abrir un frente cívico; uno jurídico, otro de comunicación con la ciudadanía y el laboral interno, es decir, un plan de lucha integral en todos estos ámbitos. Y con ello convocar a una movilización de la gente”, explicó Vargas.
Otro frente fundamental es la Asamblea Legislativa y, en ese aspecto, “vamos a apelar a las bases socialdemócratas, que siguen siendo muy fuertes en Costa Rica, para que presionen a los diputados del Partido Liberación Nacional” (PLN).
“El PLN se encuentra en la crisis más profunda de su historia y, si pretende recomponerse, va a tener que meditar muy seriamente si está dispuesto a entregar, prácticamente regalado, uno de los patrimonios esenciales de su fundador (José Figueres Ferrer), que fue la nacionalización bancaria”, indicó.
Algo similar se propondrían hacer con las bases socialcristianas, aunque el Partido Unidad Socialcristiana ya parece haber decidido renunciar a la doctrina social de la iglesia, heredada de sus fundadores.